Hoy es mi cumpleaños y estoy muy triste.La gente lo lleva preparando desde hace más de seis semanas, pero aun así estoy muy triste.
Decoran las casas y se compran ropas nuevas. Salen de compras muchas veces y adquieren multitud de regalos. Es algo muy peculiar, ya que ninguno es para mí. Los envuelven con hermosos papeles y los atan con preciosos moños, y todo lo colocan debajo de un árbol.
Si, un árbol, dentro de las casas. Y también lo decoran. Las ramas llenas de esferas y adornos que brillan. Hay una figura en lo alto del árbol. Un angelito, que bonito es aquel angelito.
Toda la gente está feliz y sonriente. Todos está emocionados por los regalos, se los intercambian unos con otros. Pero para mí no quedó alguno.
¿Sabes? creo que ni siquiera me conocen, pues nunca me mencionaron. ¿No te parece extraño que la gente se meta en tantos problemas para celebrar el cumpleaños de alguien que ni siquiera conocen?
Tengo la extraña sensación sentirme un intruso en mi propia fiesta de cumpleaños. Todo está tan hermoso, y todo el mundo está tan feliz; pero yo tengo enormes ganas de llorar. Qué tristeza para alguien, no querer ser deseado en su propia fiesta de cumpleaños.
Parte de la lectura del V Exaltación de la Navidad organizada por la Asociación de Costaleros y Capataces de "San José" leída por Isabel Oliveira.
¡¡¡Feliz Navidad!!!